diumenge, 30 d’abril del 2017

MITJA MARATÓ MONTORNÉS 2017

Es 23 de Abril de 2017, Sant Jordi, y coincide con la Mitja Maratón de Montornés. La edición número 24 y la segunda para un servidor.

Éste año vuelvo a correrla con mi amigo Paco, aquella persona que hace 30 años conocí haciendo el servicio militar en Munguía, y que a día de hoy somos amigos de los de toda la vida.

Son las 6:30 de la mañana y no ha hecho falta que suene el despertador, ya que no he podido dormir en toda la noche, como casi siempre que tengo una carrera. Me levanto sin hacer mucho ruido y al cabo de media hora se levanta Isa, que también me acompaña junto a Marc y Alexia en ésta ocasión. Porbrecillos, que madrugones les hago hacer en sus días de descanso para que me acompañen a las carreras.

Me tomo mi zumo de limón de rigor, una tostada y un plátano, para el ritmo que llevaremos será suficiente para aguantar los 21095 metros. Cuando ya estamos todos preparados salimos de casa. Son las 8:00h de la mañana, puntualidad inglesa.

Llegamos a casa de Paco a las 8:45h, la carretera esta casi vacía, no tiene nada que ver con un día entre semana. Estamos llamando al timbre, pero no hay manera de que nos abran, estos zánganos están durmiendo. Por fín abre la puerta Paco y detrás con cara de sueño salen Lola y Lourdes (su hija y su mujer).

Son las 9:30h cuando salimos de su casa. Paco y yo vamos dirección a la salida de la carrera. Está lleno de corredores y corredoras por todos los lados, más de 2000, que no son pocos. Calentamos un rato y las pulsaciones las tengo un poco altas, Paco tampoco es una rosa, también tiene sus cosillas, yo diría, que está peor que yo, ¡jejeje! pero no habrá obstáculo que nos pare, hemos venido a bajar de 2 horas y lo conseguiremos aunque sea en ambulancia.

Empieza a hacer calor, menos mal que Paco me ha hecho caso en quitarse la camiseta de manga larga que tenía debajo de otra camiseta, se hubiese asado de calor seguro.

Estamos en la salida, y miro a la derecha y veo a la veterana y su acompañante, son dos personas que vemos en las cuestas de Rubí cada vez que salgo a correr con José y Antonio al mediodía en el trabajo. Nos saludamos y hablamos un poco hasta que a las 10:00h, se escucha el pistoletazo de salida y nos deseamos suerte.



Empezamos a correr sin prisa y ya nos están adelantando por todos los sitios, es una carrera para charlotear con mi amigo, para disfrutar del recorrido y de la gente que corre a nuestro alrededor.

En el km 1, mas ó menos, nos pasa la liebre de 1 hora 45, y pegada a ella va Raquel, una exnovia de cuando yo era un jovencillo. La saludo y ella también, me pregunta que cuanto tiempo vamos a intentar hacer, y le contesto que lo que nos dé el cuerpo. Poco a poco se va alejando todo el grupo que está acompañando a la liebre y nosotros a la nuestra, chino chano. Anteriormente, vimos a Manolo, de corredors con la bandera de 1 hora 40 minutos.

El reloj suena, y le digo a Paco que ya llevamos 3 kilómetros, me dice que de eso nada, que sólo llevamos 2 kilómetros, joder, que larga se me va a hacer, es lo que me pasa por la cabeza, ya que el ritmo que llevamos es bastante más lento y tranquilo para mí, pero, Paco no para de decirme que; “vamos más rápido que la última vez”. Yo no paro de decirle que el reloj no lo mire, que no le funciona bien, él quería correr a 6 minutos el kilómetro, y nosotros vamos a 5’25” de media, no está mal. Yo cada dos por tres le pregunto como se encuentra y él me contesta que bien, pues nada, a seguir.

En el primer avituallamiento, en el kilómetro 5, cojo la botella de agua y le voy dando agua cada 2 kilómetros, ya que hace mucho calor y es muy importante hidratarse bien. En mi opinión, es demasiado poco que sólo den agua cada 5 kilómetros, ya que la experiencia de la Maratón de Barcelona, en la cual nos daban cada 2,5 kilómetros fue clave para la buena hidratación.

Los kilómetros van cayendo, y el ambiente de las personas que encontramos en los pueblos de Vilanova y La Roca no está mal. La gente que hay, no paran de animar y yo los aplaudo, la verdad que me está saliendo una carrera muy tranquila, ya que el ritmo es realmente muy lento para mí, pero, me lo estoy pasando de coña, haciendo bromas con los corredores y corredoras que tenemos cerca, y haciendo fotos de tanto en tanto. Paco no va tan sobrado, pero aguanta como un jabato, en el kilómetro 15, aproximadamente, se acerca la moto de la TV del Valles, que me ve corriendo hacia detrás animando a Paco, y me dicen;  “tú que vas tant tranquil ets l´ideal per fer-li unes preguntes”, y se ponen a mi altura para grabarme y preguntarme cosas, que gracioso. Entre otras cosas, me preguntan si me gusta la Mitja de Montornes, le contesto que si, claro. Me preguntan que haré cuando acabe, le contesto que me tomaré unas cervezas, ¡jejeje!. Durante la entrevista, les comento que este año hicimos la Maratón de Barcelona apoyando al ELA, y toman interés en el tema. Les cuento que somos un equipo llamados Los Martes, y quisimos hacer la maratón por una causa solidaria etc. etc. etc., (hay que hacer propaganda en todo momento que se pueda), la verdad que fue una experiencia de las que tú (Xavi) ya estás acostumbrado a que te hagan entrevistas.




Ya vamos por el kilómetro 19, ya falta poco, le digo a Paco que si quiere apretar un poco, pero me dice que va muy justo y que prefiere no subir el ritmo, no pasa nada. Le contesto, y seguimos el camino, cuando faltan pocos metros para llegar a la meta, nos damos cuenta de que a nuestro lado hay un abuelo, pero, un abuelo de verdad, que va a entrar a la meta al mismo tiempo que nosotros, eso si que tiene mérito. La fuerza que tienen algunas personas con esas edades.

Sergio, eso si que es un abuelo.

Cruzamos la meta cogidos con las manos en alto y conseguimos hacer mejor tiempo que la primera vez que la hicimos, hemos bajado el crono en 1 minutillo. Paco está muy contento y muy cansado, pero, se recupera pronto, yo también estoy muy contento. Nos damos un abrazo para felicitarnos por llegar a la meta, que era el primer objetivo, y el segundo de bajar de las dos hora. Segundo objetivo también conseguido. Al final nos salió un crono de 1h55´34”, ¡somos unos cracks!



Vemos a toda la familia en la llegada, Isa, Alexia, Lourdes, Lola y Marc. Nos felicitan y nos preguntan que tal estamos, le contesto que bien, y Paco va de un lado para otro para recuperarse del todo.

Se acerca Raquel para saludar. Le preguntamos que tal y nos dice que al final ha hecho 1h47’, ya que tuvo que esperar a su hijo que estaba haciendo la cursa de 6 kilómetros y se equivocó y se fue con los de la mitja. Se quedó con él y le acompañó a dar la vuelta, vaya tela, aún así no está nada mal su tiempo.

Cuando ya hemos recogido todos los obsequios (polvos para lavavajillas, gel, cremas, etc..) nos vamos paseando para casa de Paco, para celebrar la carrera con unas cervecitas y una buena barbacoa.

Esperamos hacer la próxima Mitja de Montornés otra vez juntos, y que podamos bajar un minuto más el tiempo, eso sería buena señal.

Gracias como siempre a mi familia por acompañarme en uno de mis vicios, correr. Esperemos que sea durante muchísimo tiempo más.

El Promesas

Fede

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