dimecres, 21 de setembre del 2016

Cross Ametlla de Merola

Creo que no hay mejor comercial para carrera que los propios corredores.

Y por ello, esta vez seremos ocho los participantes de Los Martes en el Cross de Ametlla de Merola.

A las 8h quedamos todos en Olesa de Montserrat. Cuando digo todos, quiero decir corredores y familias. En total vamos 24 personas.

Como cada año, cuando llegamos al pueblo ya nos dan instrucciones de donde podemos aparcar los coches.

Vamos a coger los dorsales. El café de rigor (quien quiere), y cuando faltan unos 20’ para empezar, nos hacemos la foto del equipo.

Los Martes
Hacemos buena pinta, todos vestidos con la camiseta del Trail Ermites de Olesa (estamos en construcción de nuestra camiseta, ¡Aceptamos sponsors, jaja!). Ha sido una buena idea de Xavi Pommard.

Después de calentar, nos dirigimos hacia la línea de salida.

Últimos ánimos con los compañeros, y comienza la carrera.


El grupillo del Xavi Pommard, Jordi, Efrain, Jaume y Carles marchan por delante todos juntitos. Fede y yo vamos unos metros más retrasados, y guardándonos las espaldas, viene Chus.

Vamos saltando charcos que la lluvia del viernes y sábado han dejado en este primer tramo.

Primera subida y giro de 180º, para ir hacia la zona del bosque.

Ahora ya sólo vemos la gorra blanca del Carles, pero Fede y yo vamos a nuestro ritmo.

En la zona del bosque también se nota la lluvia. Se nota tanto, que han tenido que cerrar el camino habitual y hacernos un paso alternativo por el lado.

Pero lo bueno se acaba pronto, y comenzamos la primera subida fuerte.

Fede sufre un poco, y al llegar arriba lo espero. No vamos nada mal, pero hace falta descansar para preparar las piernas para la segunda subida (que todavía creo que hará más daño).

Pasamos esta segunda emboscada, y lo hacemos mejor de lo que pensaba. Ahora ya estamos al lado de la carretera, y con los ánimos de algunos coches que pasan por ella, el camino se hace más divertido.

Pisamos el asfalto (el poco que hay en esta carrera), y cómo se agradece. No porque no me guste la tierra, sinó porque hace bajada.

Aquí puedo observar cosas que en las otras 7 ediciones anteriores no me había dado cuenta. Desde esta zona se ve el pueblo, y puedo ver cómo van los corredores por el medio.

Se acaba la bajada, y vigilando, pasamos a la zona de hierba.

Nos frenamos un poco para que no nos tape nadie y salgamos bonitos (o lo que se pueda) en la foto que la organización te envia en la felicitación de Navidad. ¡Cómo nos gusta esta foto!

Cojo una esponja de agua para Fede, y entramos en el pueblo.

Por esta zona, intento buscar a nuestros compañeros, pero ni rastro.

Voy muy comodo, y le pregunto a Fede qué hará al final. Si parará a los 5 kilómetros (novedad de este año), o hará la segunda vuelta. Me dice que hará los 10000 metros.

Y entramos en la Plaza de la Colonia. Yo no sé, ni sabré nunca qué sensaciones tienen los ganadores de una medalla de oro o de una carrera, pero ver chillar a todos nuestros fans, animandonos y haciendo resonar nuestros nombres en la Plaza, me ha hecho sentirme (y supongo que al resto también) en el mejor atleta del mundo. Por lo tanto, cuando he pasado por su lado, les he hecho una reverencia. ¡Gracias fans! ¡Nuestros éxitos, son los vuestros!

Nuestros animadores
Nuestro paso por la Plaza
Y después de las emociones vividas, nos vamos a por el primer avituallamiento y pisar la alfombra de los primeros 5 kilómetros.

Cojo agua para Fede y para mí, y volvemos al barro y los charcos.

Ahora no hay muchos problemas para esquivarlos, dado que vamos sólo 6 corredores, y estamos bastante separados.

Cuando vamos por el kilómetro 6, Fede me dice que ha escuchado que ha llegado el primero. Miro mi reloj y veo que llevamos unos 32’. Le digo que no puede ser, que deben haber dicho que el primero está cerca, pero después hemos comprobado que los tres primeros han hecho este tiempo. ¡Madre mía!

Nosotros nos dirigimos por segunda vez hacia el bosque. Y aquí a Fede le entran las prisas. Cuando tenemos un/a corredor/a delante apreta hasta que lo cogemos. Y vamos haciendo pequeñas series.

Los tramos de subida ya se notan, y ya hay algunos corredores que van caminando, pero el punto competitivo de Fede hace que no se rinda. Cada vez que llega a la cima de una de las subiditas, vuelve a apretar.

La bajada, esta vez, la hacemos más rápida.

La segunda foto por la hierba, habrá salido movida, porque aquí ya vamos lanzados (espero que hayamos salido bien en la primera foto, ¡jaja!).

El ritmo dentro del pueblo ya es un ritmo alegre.

Ahora la plaza está vacía, nuestros fans se han ido a la línea de llegada.

En uno de estos giros, Fede se come con la cabeza una rama de un árbol.

Vamos al lado de dos corredores más, y Fede no quiere quedar cuarto.

Apretamos, pero le suben las pulsaciones, y tenemos de aflojar.

Pasamos por debajo del porticón que nos dejará a dos giros de la meta.

Vemos los globos de la llegada, y Fede coge a Alexia, y yo a Ona, para hacer juntos la entrada.

Al final hemos hecho 50’47” y 50’50”, respectivamente.

Comenzamos a encontrarnos a nuestros compañeros, y esperamos la llegada de Chus, que entra acompañada de Elena.

Nos duchamos con agua fría y al exterior (los chicos), las chicas en los vestidores (pero con agua fría). Si tuviesen agua caliente, esta carrera no tendría ningún punto débil.

Cuando ya salimos, nos vamos a ver qué han hecho nuestros compañeros.

Xavi Pommard ha hecho 42’17”, Jordi 44’19” y Efrain 44’49”. Son nuestros tres primeros corredores, y que nos han dejado en cuarta posición por equipos. 5’ menos, y hubiéramos cogido premio.

Jaume y Carles han hecho 45’19” y 45’21”, respectivamente.

Por último, Chus ha hecho 59’51”, conseguiendo su objetivo de bajar de la hora.

Las llegadas a meta
Cogemos un trozo de coca y chocolate, y esperamos a los sorteos, pero no ha habido suerte.

Ahora toca celebrarlo, y para ello, tenemos mesa reservada en Cal Josetxo (Sallent). ¡Qué bién hemos comido! Platos bién presentados, de calidad y en buena cantidad.

Los pequeños se lo han pasado súper bién en el circuito de bici-cars que había al lado.

Sólo me queda decir que orgulloso estoy de este equipo. De los animadores, que hacen que todo sea más fácil. Y de los corredores, porque 10 “arreplegados” hemos hecho un pequeño equipo (o una gran familia), y poder luchar por podios con equipos más fuertes, es impresionante.

El año que viene volveremos, porque subiremos al podio (Jordi hará su décima participación, y tendrá su premio a la fidelidad), y quien sabe si podemos subir al podio femenino o por equipos.

De lo que estoy seguro, es que lo volveremos a pasar bién, y lo celebraremos en Cal Josetxo.

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